- Un paquete de espinacas congeladas.
- Queso parmesano rallado, 4 cucharadas
- unos dientes de ajo
- sal y pimienta
- aceite de oliva
Preparación:
Descongelar las espinacas en aguar hirviendo, solo hasta que estén sueltas; es decir, sin cocerlas demasiado tiempo.
Escurrirlas.
Pelar y picar los dientes de ajo y rehogarlos en el aceite, pero sin que se doren. Añadir las espinacas escurridas y sazonarlas con sal y pimienta. Rehogar unos minutos.
Añadir el queso rallado y mezclarlo bien con las espinacas.
Servir muy calientes.
Observación:
- El queso puede ser de la clase favorita: manchego, emmental... curado, suave... al gusto de cada familia.
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